Pozo Meléndez-Espeleología y exploraciones



Historia general- Pozo Meléndez- 1974-2003     JJ LC

           


            La Cruz Roja Mexicana, Delegación Iguala Guerrero, México, por lo menos trabajó en más de 30 años de servicio y trabajo en el rescate de cuerpos humanos dentro del famoso “Pozo Meléndez”. Sus integrantes de antaño pasaron muchos contratiempos para poder lograr tener el dominio de esta cavidad en cuanto a las técnicas de especialización se refiere. Con el tiempo la Cruz Roja de Taxco de Alarcón Guerrero se unió a la causa. Estas instituciones han contribuido por lo menos en más de 20 rescates de cuerpos desde 1974 hasta 1998.

             Desde los años 1940, los primeros exploradores buscando cavernas, llegaron al lugar más famoso en esos tiempos en el estado de Guerrero, México.

            Se especulaba de un pozo vertical, sin fin era su apellido por la fama de arrojo de cadáveres y las más espeluznantes historias que pudieran ocurrir.

            Contaban algunas leyendas que una mujer fue arrojada a esta cavidad y que fue a salir en otro pueblo. Otra de las grandes historias es que pasaba un río por debajo de esta cavidad y este río se comunicaba con algún otro lugar muy lejano, donde las personas arrojadas salían vivas. Las especulaciones y anécdotas fueron creciendo.

            Los pobladores de Puente Campuzano, fueron testigos de las grandes reuniones que se hacían cerca de esta cavidad durante la Revolución Mexicana y desde luego por miedo de ser arrojados a la gran “boca del diablo” nunca se atrevieron a preguntar cual sería el motivo de reunión de tal personal. Sin embargo, los gritos desesperados de algunas personas eran muy elocuentes y permitían pensar que algo tenía que ver con la gran “Boca del Diablo”. El ganado se perdía, desaparecía en esa región. Nadie podía caminar cerca de la boca del diablo, por sentir el temor de ser arrojados o atraídos por el diablo a su gran boca.

            Fue entonces que nuestros primeros exploradores buscando cavernas verticales profundas, se aventuraron a conocer el hoy famoso “Pozo Meléndez”. Infinidad de grupos dedicados a la exploración de grutas y cavernas, tanto extranjeros como mexicanos, empezaron ha llegar al Estado de Guerrero México. Ellos, tenían como objetivo conquistar su profundidad. Los primeros exploradores que entraron a esta cavidad natural se encontraron con algunas dificultades en su exploración. Esto por falta de equipo (cuerdas, material de anclajes etc). Sin embargo, pronto la atención ha este pozo se fue incrementando, hasta convertirse en una cavidad muy famosa internacionalmente.

            Este pozo conocido también como el “Pozo del Diablo”, se encuentra ubicado en el poblado de Puente Campuzano Gro., entre las ciudades de Taxco-Iguala, Gro. Viniendo de Norte a Sur desde la ciudad de Taxco Guerrero, se puede llegar al poblado de Puente Campuzano Guerrero, en un taxi colectivo de 20 pesos o bien en camión. Lo mismo harías si estuvieras en Iguala Gro. En carro particular si te encuentras en Taxco, se toma la carretera que va a Iguala Gro., o viceversa si te encuentras en Iguala Gro., a tan solo15 a 20 kilómetros de distancia se encuentra el poblado de Puente Campuzano Guerrero, ver figura 1. A continuación, se mencionan algunas bibliografías con respecto a los sucesos de exploración ha esta cavidad.


            Antecedentes



            La presente historia fue tomada de una publicación hecha por el Sr. José Montiel Castro, al cual le agradecemos esta información, confiamos que estas fechas se han fidedignas y esperamos pueda ser de su agrado el que hayamos tomado esta síntesis. No encontramos alguna otra síntesis referente al estado de Guerrero de algún otro autor.

            Entre 1930 y 1939, hubo gran cantidad de estudios biológicos y antropológicos de Yucatán, hechos en su mayoría por norteamericanos (Pearson y su grupo).

            No fue sino hasta 1939, con la llegada de los refugiados españoles, entre los cuales se encontraban científicos de renombre, practicantes de la espeleología, cuando se inició en México la práctica en firme de ésta disciplina (Espeleología), con las consiguientes publicaciones de trabajos realizados, tanto científicos como deportivos.

            De los científicos que pusieron más entusiasmo en ésta tarea, podemos citar al Dr. Cándido Bolívar y Pieltain, fundador junto con su padre, de la revista "Ciencia", en la que canalizaron muchos de sus trabajos realizados y a quien se le conoce como "el padre de la espeleología en México".

            El Dr. Federico Bonet quien tiene publicados trabajos eminentemente espeleológicos, como el de la región de Xilitla y Cacahuamilpa, Gro. Además de descripciones de nuevas especies de insectos.

            Otro científico digno de mencionar en esta pequeña síntesis es el Dr. Bernardo Villa, originario de Teloloapan, Guerrero, quien comenzó a publicar sus trabajos sobre el estudio de murciélagos.

            De 1950 a 1960, nos encontramos con la convención de espeleología a nivel mundial, que se llevó a cabo en Nuevo León, México; las descripciones del estadounidense Mohr, acerca de cavernas mexicanas; la continuidad del trabajo científico espeleológico mexicano y el comienzo de trabajos de grupos montañistas en la conquista de la "Boca del Diablo" (Pozo Meléndez, Guerrero México).

            1963.- Hubo un grupo de entusiastas que se interesaron profundamente por esta disciplina y crearon el primer grupo dedicado exclusivamente a la práctica de la espeleología y al cual denominaron "GRUPO ESPELEOLÓGICO MEXICANO" (GEM), siendo uno de los fundadores el Dr. Cándido Bolívar.

            La conquista de la "Boca del Diablo", en Guerrero, con -268 metros fue el motivo final que dio origen a la creación del GEM., dedicándose a estudiar y explorar el estado de Guerrero, en los alrededores de Cacahuamilpa (principalmente), y ocasionalmente la sierra norte de Puebla, el sótano de San Agustín en Oaxaca, entre otros puntos de la República. * José Montiel Castro.1982, mayo. "Etapas de la espeleología en México" - Revista DRACO, México, D.F.



Comentarios hechos en el foro de la UMAE acerca del “Pozo Meléndez”.



Sergio Santana <sergioespeleo@hotmail.com> escribió:



            En torno a las cavernas, se han generado infinidad de mitos y leyendas: de que no tiene fondo, de que salen hasta otro estado, de que allí existe el chamuco, de que enterraron tesoros, etc.

            El pozo Meléndez, mejor conocido como la Boca del Diablo, que el Sr. Jorge de Urquijo comentaba que tenia cerca de 600 m de profundidad, sufrió un derrumbe interno reduciéndose a unos 110 m que actualmente ha de tener y menos todavía por ser utilizado como relleno de basura.

            Se comenta que la sima de dicho pozo era un cementerio clandestino. Aunque ahora se le ha puesto barda y una reja, la puerta de ésta sigue abierta. Creo que los de Protección Civil del estado de Guerrero, del municipio de Taxco deberían de ver esta situación para prevenir futuros incidentes más.





Ramón Espinasa (SMES) escribió:



            A mi entender el Pozo Meléndez fue topografiado hasta una profundidad de "sólo" 286 metros (con lo que creo sigue siendo la segunda cavidad más profunda del estado de Guerrero) y no los 600 que dice Santana. De todas maneras, es una lástima que hoy, al pie del primer tiro de 80 metros, la basura que se ha arrojado al pozo ha bloqueado el arrastre que llevaba hacia las porciones más profundas.



PROFUNDIDAD REAL DEL POZO MELÉNDEZ



            A pesar de que el Pozo Meléndez fue conquistado, algunos grupos de espeleología se contradicen con respecto a la profundidad final de esta cavidad. Hay quienes hablan de una profundidad de más de 400 metros y hubo por ahí quien llegó a decir que existía una profundidad de 600 metros. “El Pozo Meléndez” tiene un tiro vertical de aproximadamente 80 metros en caída libre, seguido de una serie de escalones o saltos pequeños de 1, 5,10 metros aproximadamente, culminando con una rampa de 60 a 70 metros aprox.

            Desde el año 1974 La Delegación de Cruz Roja Mexicana de Iguala y Taxco de Alarcón Guerrero, México, han explorado muchas veces este pozo como algunos otros grupos mexicanos. Y hasta ahora lo que se conoce es una profundidad de 150 a 160 metros cuando mucho, pudiendo variar por algunos derrumbes que se han originado dentro de esta cavidad desde años atrás, ver figura 2.



             
Dr. Jaimes

            Cuenta el Dr. Jaimes Herrera quien fuera en algún tiempo precursor de la sección de rescate y de espeleología de la Cruz Roja Mexicana Delegación Iguala Guerrero, México, más a parte presidente local de esta Delegación, delegado en el Estado de Guerrero de la misma institución, hasta llegar a cargos mayores dentro de la Cruz Roja a nivel internacional, y presidente municipal de esta ciudad de Iguala de la Independencia Gro., entre otros cargos. Por allá en 1973 yo ingresé a la Cruz Roja a la edad de 13 años, mi abuelo fue fundador de la Cruz Roja de Iguala Guerrero y la primera Cruz Roja en el Estado. Hice muchos amigos y me contagiaron su entusiasmo deportivo. Empezamos a tomar cursos en cuanto a las técnicas de rapel, que en aquel entonces ya las técnicas eran muy buenas.

             Como en el año de 1974 conocimos a personal de Naucalpan México, Lorenzo García y Enrique Castañón, quienes venían con personal de origen francés y que además estaban haciendo descensos al famoso “Pozo Meléndez” rescatando un cuerpo de una persona secuestrada en Morelos.         Ellos nos empezaron a capacitar a un más y principalmente de cómo deberíamos bajar al “Pozo Meléndez”. Recuerdo que en las barrancas cercanas a Iguala y pequeños puentes que ya había, hacíamos descensos verticales e inclinados para poder estar preparados y bajar a este gran pozo. Nuestro mayor anhelo era tener esa experiencia de descender a las profundidades del “Pozo Meléndez”. Así que decidimos cooperar entre un grupo de entusiastas para comprar algo de equipo, entre ellos el médico Javier Ortiz Ibarra, Jorge Guerrera Ríos (fallecido), Tulio Samuel Pérez Calvo, Ulises Pérez Calvo y Jesús Villalobos Sánchez. Una vez teniendo lo necesario, llegó el tiempo de estar bien preparados y en aquel entonces nuestro jefe de cuerpo o el jefe de socorristas Rodolfo Román, le comentamos que estábamos listos para participar en un descenso al “Pozo Meléndez”. El autorizó el descenso e incluso se hizo un malacate para usarse en este pozo, que posteriormente, este mismo malacate que se fabricó se usaría en los demás descensos con nuevos aspirantes o socorristas. Quiero mencionar que el primer Guerrerense que descendió al “Pozo Meléndez” fue Rafael Beltrán en el año de 1974 con los de Naucalpan. Recuerdo que al descender a esta gran boca fue algo tan espectacular, nada más de ver sus alrededores, las rocas, sentir la humedad, yo me decía, cómo es posible que la naturaleza hiciera estas grandes bóvedas verticales. Al llegar a la primera repisa a escasos ochenta metros, la impresión todavía fue mayor, ya que apenas comenzaba la mitad del descenso y luego pensar que tenía que subir este tiro vertical de 80 metros a pulso, utilizando brazos y piernas con equipo especial, sabía que el descenso sería muy trabajoso, desde luego yo en esos días era superman. Confieso que estaba muy asustado, el miedo a lo desconocido, siempre se supo que esta cavidad era un tiradero de cadáveres, además, cuando vas subiendo solo en esta cavidad, los peores pensamientos se te vienen a la mente, como el que un muerto te jale los pies, o alguien te esta observando, o se te aparezca una persona. Sin embargo, al descender varias veces a esta cavidad, la psicología va cambiando y te haces muy amigo de este pozo.

            Finalmente llegué hasta donde culmina esta caverna vertical, porque quiero mencionar que esta caverna tiene fin y doy testimonio de esto. Observé que este pozo estaba muy contaminado de basura, desechos y un sin fin de rocas que fueron arrojadas por los lugareños o personas ajenas al lugar.        De manera general describo a esta cavidad como una belleza natural, con grandes formaciones calcáreas y bellas. Es muy accidentada o de alto riesgo ya que al descender o ir subiendo, si alguien por accidente arroja una roca no muy grande, esta puede matar a quien se encuentre en su camino.            Además, todas las rocas llegan hasta el fondo, lo mismo que los cuerpos que arrojan, esa fue nuestra experiencia como rescatistas durante muchos años. Yo descendí varias veces al “Pozo Meléndez”, más de 30 veces, junto con varios compañeros muy buenos, entre ellos, por mencionar algunos, Jesús Villalobos, Rafael Beltrán, Jorge Guerrera, Mario Alberto Peñalosa, Alfonso Macotelo, Yordi Rivera Morales, Efraín Rodríguez Medina, Alejandro Quirino Juárez, Juan A. Perea Saavedra, entre otros. Con el tiempo, nacieron nuevos elementos muy buenos también en esa época y que fueron adjuntándose el trabajo del rescate de cuerpos en este pozo.             Nuestro primer rescate como institución en el “Pozo Meléndez” fue entre 1976-1977, por falta de equipo (cuerdas, suficientes mosquetones, lámparas, poleas entre otras cosas) el rescate fue muy tardado. Una persona que baja en rapel (descendiendo por una cuerda y con aparatos especiales) al “Pozo Meléndez”, se hace de dos a diez minutos dependiendo si es su primera vez que entra a una cavidad de este tipo. Para subir a la superficie, un buen socorrista que tenga condición puede ascender en 20 a 30 minutos, sin embargo, en una ocasión llegamos a imponer un record de 7 minutos el descenso y hay quienes se han hecho una hora. Pero realizar un rescate de un cuerpo es algo tardado si no se tienen las herramientas suficientes. A partir de esos años, las prácticas al “Pozo Meléndez” se hicieron más consecutivas, cada quince días o por mucho tardamos 1-2 meses sin bajar.

            En una de esas bajadas de nuevo a las profundidades del “Pozo Meléndez”, por ahí de 1980, habíamos bajado varios socorristas y disfrutando del éxito en el interior de que nadie había sufrido ningún accidente al bajar, nos preparamos para tomarnos la foto del recuerdo en un lugar seguro en el fondo del pozo. Uno de los muchachos, me parece que fue Alberto Perea, quien puso la cámara en una roca o tomó la foto, no recuerdo muy bien, pero al momento de hacer flash la cámara, el se resbaló y se al cansó ha agarrar de lo que parecía una rama, sin embargo, al analizar lo que pareciera una rama, nos dimos cuenta que era un hueso de fémur de una persona, por lo que tratamos de localizar las demás partes del cuerpo y no las hayamos. Quiero decirles que este pozo desde 1974 hasta 1980, nos percatamos, de que había varios costales con huesos, desde luego regados y algunos muy enterrados en las rocas. Difícilmente podríamos sacarlos, por que ya estaban muy deteriorados. Testifico que esta cavidad guarda una cantidad considerable de cuerpos, no lo se cuantos, pero se dice que desde la revolución era el basurero de cuerpos y puede ser que si tengan razón.

            Al terminar un curso básico de socorrismo, por que en aquel entonces Iguala Guerrero tenía la escuela nacional de socorristas y varios elementos habían ido a un curso de formación de instructores nacionales por parte de la Cruz Roja Mexicana a nivel nacional, entre ellos Jesús Villalobos, Jorge Guerrera, el Médico Javier Ortiz, Alfredo Perea, José Pedro Flores, David Arguedaz, Tenoch Abundes, entre otros que no recuerdo. En esos tiempos, Cruz Roja Nacional nos había dado la sede de escuela de socorristas. Así que finalizamos la capacitación de nuevos integrantes (socorristas) y la mayoría mujeres, en este caso serían 11 mujeres de esa generación.   Recuerdo que la práctica final de ese curso sería descender a las profundidades del “Pozo Meléndez”. Había muy buenos elementos del sexo femenino adiestradas ya en las técnicas del rapel y decididas ha realizar el descenso al “Pozo Meléndez”.

            Se llega el día del descenso y se preparan las primeras dos mujeres, entre ellas Carmen de las Eras, actual maestra de primaria quien se llevaría una gran sorpresa al ser la primera de esa generación en llegar al fondo del Pozo Meléndez”.

            Quiero mencionar que en este pozo hay una roca sobre saliente y divide en dos partes la boca principal, no significa que tenga dos direcciones diferentes, ambas partes hacen la misma boca. Dependiendo por donde descienda el socorrista, este puede llegar hasta el final de un solo tiro, mientras que al escoger bajar por otra parte, o por la parte que siempre a acostumbramos bajar, esta nos permite pisar en la primera repisa o sea a los primeros 80 metros. Por lo que esta joven llegó directamente hasta el fondo y se encontró con un cuerpo. Este hallazgo sería un gran descubrimiento, por que no se trataría de un solo cuerpo, si no de varios. He aquí las propias palabras de Carmen de las Eras.

            “Descendí en esa ocasión y el descenso a esta cavidad vertical fue muy impresionante, la luz del día iluminaba los primeros 80 metros. Mi corazón estaba latiendo un poco fuerte, desde luego esto era normal, por que realizar un descenso en rapel en cualquier lado, el miedo y la desconfianza de que la cuerda se rompa o algún suceso que saliera mal, sería la muerte para el socorrista. Sin embargo el saber que estaba bajando a este pozo, mi miedo era otro.

            Entré a su boca y pasé los primeros 80 metros, me di cuenta que esta cavidad no era como me la imaginaba, era espantosa, pero tenía algunas cosas rescatables, como algunas bellas formaciones que se encuentran en lo que llamamos la “Catedral”. En la superficie de este pozo se me había dicho que era posible que encontráramos cuerpos, debía tener cuidado.

            En cada práctica que la Cruz Roja realizaba con sus nuevos integrantes en este pozo, era seguro que habría cuerpos. De manera que en esta práctica no sería la excepción.   Al llegar al fondo me encontré con un cuerpo, dimos aviso a la superficie, rápidamente bajaron otros socorristas de más experiencia y al seguir explorando o al ir descendiendo un poco más, descubrimos que no era un cuerpo nada más, si no serían un poco más de cinco. Me impresioné mucho y sí estaba un asustada.

            Rápidamente se informó a autoridades de Taxco de Alarcón Guerrero, los cuales arribaron al lugar. Yo salí como a las 15:00 horas, recuerdo que era como el año 1984, antes del sismo del 19 de septiembre de 1985. La práctica se suspendió para las demás compañeras que estaban listas para descender.

            Los rescates de estos cuerpos empezaron a realizarse y la tarea no fue nada sencilla, ya que las extracciones de los cuerpos no serían en un día, si no en varios días. Esta tarea fue muy desgastante tanto para nuestros compañeros que bajaron, como para nosotros que estuvimos de apoyo en la superficie.             Mucha gente se encontraba en la boca del pozo, podría sentir lo maléfico que fue esta experiencia de ver tantos cuerpos arrojados a esta cavidad, la tensión era muy fuerte.   Con los años me di cuenta que había ingresado a la institución más especializada en cuanto a Salvamento y Rescate”.

 

Dr. Jaimes

            Después de estos y otros sucesos con respecto al rescate de cuerpos, seguiríamos trabajando como grupo de rescate participando en otras grutas dentro del Estado de Guerrero, como en otros Estados. Por mencionar algunos lugares, tenemos a las grutas de Cuetzala del Progreso, en los famosos ríos subterráneos de Cacahuamilpa Guerrero a bajo de las grutas de Cacahuamilpa. Cada año infinidad de grupos excursionistas hacían las travesías de los dos ríos internacionales muy famosos de 5 y 6 kilómetros de travesía subterránea, hablo de los ríos subterráneos de Chontalcoatlán y San Jerónimo, que actualmente esos ríos ya se tienen dominados por casi todos los grupos exploradores. Sin embargo, en esos años la muerte estaba en esos ríos por que muchos grupos llevaban personas sin experiencia y sufrían accidentes graves como el ahogamiento, por lo que teníamos que apoyar en los llamados que se nos hacía. Participamos también como grupo de rescate en el sismo del 1985, en el Huracán Gilberto en Cancún de 1988 entre otros. No sería pues que el grupo de Iguala Guerrero crecería en el trabajo de rescate.

            Después de que la delegación de Cruz Roja Iguala logrará formar a socorristas, seguí con mi carrera de Médico y anestesiólogo, sin embargo, no sabía de la magnitud de trabajo que tendríamos como rescatistas de Cruz Roja Mexicana, ya que se vendrían muchos rescates de cuerpos en el “Pozo Meléndez”. Para finalizar mi narración de estos sucesos tan marcados en mi vida, por que realmente llevas dentro de ti experiencias no muy gratas, yo diría, experiencias muy sangrientas. Los últimos rescates en donde yo estaba en mis últimos años como delegado de la Cruz Roja y que menciono ligeramente, fue entre los años 1991-1993 que fueron dos, y que no quiero dar detalles por respeto a los familiares, pero entre ellos el ex-presidente de Taxco que fue secuestrado al parecer. También contribuimos en el rescate de ese cuerpo, junto con otro suceso donde un joven fue arrojado vivo.

            Después de estos dos sucesos, por esos años, la comisión de Derechos Humanos se acercó a mi como Delegado de Cruz Roja en el Estado de Guerrero, me pidió una sugerencia de cómo pararíamos este tiradero de cuerpos. Yo mencioné que sería bueno embardarlo y ponerle una reja metálica.

            No sería pues que esta comisión de los Derechos Humanos comenzaría el trabajo de ingeniería en el año 1994 para tapar al “Pozo Meléndez”.




































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Comentarios

  1. saludos, espero les sirva de conocimiento útil para sus investigaciones...

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